lunes, 24 de octubre de 2011

PERSONAJES 1: LA “LÁCTEA”

Hola, hoy escribe Felipe.

Hoy arranca un ciclo de descripciones de quienes consideramos verdaderos personajes en nuestro viaje. Algunos de ellos son queridos, otros más o menos y otros directamente odiados. Hoy vamos a hablar de la “láctea”, personaje totalmente odiado por nosotros, por nuestra ex flatmate francesa, por amigos de la vuelta, por el ex novio, por los canguros, los koalas, etc.

Antes de empezar con la descripción, vamos a introducir paso a paso cómo llegamos a conocer  a la “láctea”. Por favor estén preparados para leer cosas locas y bizarras.

Llegué a Manly (el suburbio en Sydney donde vivimos) el 21 de mayo y el 23 me mudé a un cuarto en el apartamento de un húngaro llamado Sandor. Desde el primer día con Sandor una relación correcta, ni mala ni excelente. Un par de semanas después llegó Eleonore, una chica francesa.

Con Sandor no hubo ningún problema. Un día me dijo que encare con sacar la basura. Como hay que bajar dos pisos para sacarla y mi vagancia es abundante, desde ese momento seguí usando la basura general para desechos de comida pero armé mi propio “basurero” en mi cuarto con mis cajas de cereales, bidones de leche, papeles de chocolate, etc. y una vez por semana lo tiraba. Hice esto para no tener lío con los flatmates y al mismo tiempo poder disfrutar mi vagancia para sacar la basura jeje.

El 5 de agosto llegó Santi. Para poder hablar de nuestros flatmates sin que se dieran cuenta, los bautizamos con un nombre en código. No necesariamente quiere decir que hablamos mal, pero como no entienden español si escuchan su nombre por ahí pueden pensar que hablamos mal. El nombre Sandor es parecido a la marca Sancor, por lo que desde ese momento su nombre en código fue “el lácteo”.

El lácteo labura muchas horas al día, por lo que no lo veíamos casi nunca. Por momentos no lográbamos entender cómo aguantaba trabajar tantas horas tantos días a la semana (algunas semanas laburaba más de 70 hs). Al tiempo, un día logramos entenderlo.

Fuimos a bailar con Santi a la city y a la vuelta llegamos y yo me meto en el baño. Santi fue a la cocina, prende la luz y el Lácteo estaba llenando una jarra con agua y le hace señas de que apague la luz. Santi apaga y va hacia la heladera. A los pocos segundos, yo salgo de baño y lo veo al Lácteo tirado en el piso con una especie de convulsión. Se le pusieron los ojos blancos. Dicho mal y pronto (y con lenguaje lunfardo): me cagué hasta las patas! Le grité “Sandor, Sandor, are you ok?” mientras sus “convulsiones” seguían. A los 3 o 4 segundos (que para mí fueron una eternidad) los ojos le vuelven a la normalidad y me dice que está bien. Lo ayudamos a levantarse, nos dice “Thank you guys” y se va al cuarto. Al día siguiente le preguntó a Santi cuánto tiempo estuvo tirado, le agradeció por nuestra ayuda y le contó que estaba en ese estado debido a alcohol, marihuana y cocaína. A partir de ese momento todos vamos entendiendo cómo aguanta tantas horas el laburo jeje

Un día nos cuenta la francesa que el Lácteo se iba a ir porque vivía muy lejos del trabajo y el lugar ya no era lo mismo que antes. Él llegó a este apto porque vivía la hermana. Después se sumó un amigo. Los cuartos quedaron libres cuando ellos se fueron. Obvio que no es lo mismo vivir con tu hermana y amigo que con desconocidos. La razón más loca que nos contó la francesa fue que, como éramos desconocidos, no podía caminar más desnudo por el apartamento. Yo no tengo hermana, pero no me parece normal caminar en pelotas en frente a tu hermana!

Entonces se va Sandor… y? qué será de nosotros? Ahí nos cuenta la francesa que viene la ex novia, a quien entonces bautizamos en código como “La Láctea”. El funcionamiento, en teoría, iba a ser el mismo: misma renta y se pagaba los sábados.

La francesa nos contó que un día el Lácteo estaba caminando en la calle con una mina y la Láctea se acercó y empezó a gritarle a la mina: “¿Qué estás haciendo con mi ex novio?”. Loca, sin vueltas. Además, nos dijo que quería solo mujeres, pero que en principio nos iba a dejar que nos quedemos. Con esta previa, se podía pronosticar una convivencia complicada…

Y un día llegó entonces la Láctea. Trajo un gato. En principio todo bien, a mí me gustan los gatos. El gato es negro y es miedoso bárbaro debido a la sobreprotección recibida por parte de su dueña. Como todavía no aprendió a usar el baño, tiene que tener algún lugar para hacer sus necesidades. Tiene entonces su cajita con tierra. El apto tiene solo la cocina como lugar común. ¿Dónde está la cajita? Sí, no saben el placer que es comer con los “regalitos” del gatito…



El primer día nos dijo que “Johnnie” (Sandor, nunca supimos por qué ella lo llama así) le dijo que nosotros eramos vagos para sacar la basura. Simplemente no tenía razón porque la basura nuestra estaba en nuestro cuarto! Un poco prepotente, no? En lugar de esperar a ver si realmente somos vagos o no, directamente ya nos dio palo. Una imbécil.

Ese día era el cumple de Santi. Después que nos dijo eso, con Santi salimos y le dije “Nos quiere rajar…”.

Ese día que llegó dio vuelta la casa y dejó una caja con cosas que habría que tirar (cosas del lácteo, supuestamente), pero nos dijo que revisemos por las dudas si queríamos algo. Entre esas cosas había un tupper de Eleonore y una olla que, si bien no era mía, yo la usaba (al igual que Santi y Eleonore). Entonces la saqué de la caja y la dejé en la cocina. A las dos semanas la tiró igual. Una turra!

A partir del día siguiente casi a diario había algo nuevo, sea una nueva regla, nueva orden o simplemente un nuevo artículo para el apto. Vamos a comentar algunas…

-          “No shoe Policy” (Política de no zapatos): Un día puso un estante en la entrada para que dejemos los zapatos para aplicar la “No shoe policy” porque si no se mancha la alfombra porque en la calle “hay mucha mugre”…  la respeté anárquicamente (en criollo, me chupó un huevo).

-          New bin (nuevo tacho de basura): Otro día compró una nueva basura porque la anterior era chica. Cuando nos vio después de traerla nos pregunta “Chicos, vieron la nueva basura? Es muy buena, no?”. Por dentro me reí y al mismo tiempo sentí lástima. Qué vida tan vacía que se pasó un sábado buscando una nueva basura “second hand” y se re alegró porque encontró una “increíble”!

-          Limpieza del baño: A los pocos días de llegar se pasó una tarde entera limpiando el baño. Después de eso, el primero en llegar fui yo y me dijo que lo limpiáramos una semana cada uno de los cuatro. Me pareció una buena idea (antes el baño era un desastre).  Ella ya lo había limpiado la primera semana del mes (un jueves), por lo que las otras 3 eran para los restantes. Yo me ofrecí para la segunda. Al jueves siguiente, habiendo trabajado de obrero estaba muerto, entonces no me daba la vida para limpiarlo y pensé hacerlo el día siguiente. Ese mismo jueves me preguntó si lo iba a hacer (prepotente) y le dije que no porque estaba muerto pero que lo iba a hacer al día siguiente. Aproveché para preguntarle cómo debía limpiarlo (con qué productos). En ese momento se le iluminó la cara. Le pregunté sobre lo que más le gusta en la vida: limpieza! Era como si le pregunte al Piñe “Piñe, hay buenos boliches en Montevideo?”; o a Gorzy “Sergio, ¿Uruguay es grande a nivel mundial en Fútbol?. Le pregunté entonces sobre su hobbie, su razón de vivir, en una vida triste…

-         Limpieza instantánea: Dijo que siempre que comamos o tomemos algo, hay que limpiar las cosas inmediatamente después. No puede haber un vaso siquiera en la pileta. Loca loca…

Un domingo de noche vimos que dentro de todo tiene algo de vida social. Se juntó a comer y tomar vino con 3 amigos y terminaron yendo a un pub y se agarró una buena copa parece que ni siquiera limpió las copas de vino! Al tiempo nos confesó (en “la discusión” que se explicará después) que ese día apenas llegó de trabajar fue directamente a la cocina a lavar las copas, sin siquiera dejar su cartera ni nada en el cuarto. Hay rumores que ese día pasó estresada en el trabajo sabiendo que tenía copas sin lavar en su cocina!!

Lo que más me quemó de esta loca es que era una incoherente. Rompía las pelotas todo el día con todo tipo de detalle, y después de ese domingo social que tuvo, un flaco se quedó durmiendo en el piso de la cocina. Ni a Santi ni a mí nos jodió eso, pero si jodés todo el día con el orden y con tener consideración por otros, no da para que metas a alguien a dormir en el medio de la cocina, no?.

Otra gran incoherencia es que jode con la limpieza del baño y cuando ella se baña, después que sale de la ducha el gato le toca la puerta y lo deja entrar. Muy higiénico el gato en el baño, no? Lo peor es que un día entré al baño después que ella lo dejó libre y el gato estaba adentro de la ducha. Me llevó bien con el gato, pero ahí me importó tres carajos, le pegué un grito que creo que nunca más se mete a la ducha jeje

La láctea cree mucho en los signos y demás. En particular yo no creo en eso, o no me interesan los horóscopos. Pero respeto a la gente que cree y que lee su horóscopo a diario. Ahora, me parece una reverenda estupidez prejuzgar a la gente y predeterminar las relaciones que vas a tener con las personas por los signos. Desde el principio ella dijo que se iba a llevar mal con Santiago porque sus signos chocan, y que Eleonore y yo nos íbamos a llevar mal por lo mismo. Acertó con que se iba a llevar mal con Santi, aunque yo no creo que sea por sus signos, sino porque ella es una imbécil. Punto.

Un día llegué a casa y estaban en la cocina Eleonore y la Láctea. Eleonore me pregunta como estoy y le dijo “Bien, aunque ahora no tanto porque te vi a vos”. Esa respuesta fue totalmente en joda. Eleonore me respondió algo similar. Pero la Láctea no se dio en cuenta el tono de broma y dijo “es obvio que ustedes no se llevan bien, sus signos chocan…”.

Como dije antes, ella es la ex novia del lácteo. Entre un adicto al trabajo (y no solo al trabajo) y una loca imbécil (la mejor forma de definirla), la gran pregunta es por qué dejaron,  quién dejó a quién… Él dice que él la dejó por loca. Ella dice que ella lo dejó y que lo superó. Esto último no lo creo porque un día estaba en la cocina y el gato se trepó a una bufanda de ella que estaba colgada en el tendedero, y ella al principio le gritó, y después, mientras levantaba la bufanda, media llorisqueando decía “la bufanda que me regaló Johnnie…”. Sí, claro, lo re superó…

Un día estábamos comiendo con Santi en la cocina y ella pasó y charlamos un cacho… después no sé qué comentamos de Facebook y nos preguntó si teníamos y nos agregó. Esto nos sirvió para reconfirmar su vida triste. Cuando se fue el lácteo se llevó su heladera, entonces vino una provisoria que era muy chica. Todos los días nos decía que iba a venir una heladera nueva, que estaba tratando de que sea lo antes posible, etc… Al final un día llegó. Es grande. Y es pesada (habiendo ayudado al fletero a entrarla, doy fe que es muy pesada…). Al rato veo en Facebook que la láctea puso en su muro “Después de 2 semanas peleando, tenemos heladera nueva! FELIZ, FELIZ, FELIZ J”. Feliz? Para mí es triste jeje.

Igual la heladera no fue lo único que la hizo feliz. Otro día puso en su Facebook “Acabo de ganar una subasta en Ebay! FELIZ!”.  Además, su extrema vida cibernética no es solo de ella sino también de sus amigos. El día que el flaco se quedó a dormir, cuando se fue le dejó un cartel “Gracias por una cena maravillosa, me tuve que ir porque tenía que trabajar. Nos vemos en Facebook. J”. Venía “bien” el papelito, pero el final me mató jaja.

Otras cosas? Me tiró unos tomates porque estaban “muy blandos”, desde que llegó desapareció el colador… y hay tantas más que ni me acuerdo de todas…

Y así iba transcurriendo la vida con la láctea. Siempre que la veíamos se quejaba de algo o nos jodía con la basura o una cosa o la otra. Y así fue hasta que se pudrió todo…

Un martes de noche comimos pizza con cervezas. Dejamos entonces las cajas de las pizzas al lado de la basura, para tirar al día siguiente. Al posterior día me fui a las 5 de la mañana y terminé volviendo a las 11 de la noche. Cuando llegamos con Santi, vemos el siguiente cartel en la mesa…



El cartel decía: “Hola chicos, por favor saquen la basura y por favor NO esperen hasta que este llena, por favor un poco MÁS de consideración por los demás. Gracias. Noemi”. Al leer eso, me puse muy triste, fue todo muy duro para mí…



Al día siguiente del papel me la crucé y me habló de las cajas de pizzas y las botellas (las cuales ya no estaban). Yo le contesté de buena manera haciéndole entender que cuando nos puso el cartel no hacía siquiera 24 hs desde que dejamos las cosas y que nosotros éramos flexibles en otras cosas, que ella debería ser flexible en eso. En medio de una discusión tranquila llegó Santi, quien estaba muy podrido de ella y se armó la hecatombe, la debacle total. Una sucesión de hechos bochornosos que involucraron a la láctea, a Sasa, al Gato, al otro gato, a la cajita del gato, a la francesa, al lácteo, al que durmió en el piso, a los tomates tirados, a la limpieza del baño, a la “no shoe policy”, al cartelito, etc..

El resultado? La láctea casi llora. Estaba muy nerviosa, el ojo le latía constantemente. El labio se le movía solo. Mientras discutía con Santi lo apuntaba con el dedo. De a ratos tuvimos miedo al ver sus ojos furiosos sabiendo que tenía cuchillos cerca (el ring fue la cocina).

Desde la discusión, la láctea se auto sitió en su cuarto. No salía! Es más, justo hubo un fin de semana largo y se lo pasó entero dentro de su cuarto, y cuando salía era para limpiar….

A la semana un día nos dijo que tenía que hablar con nosotros. Nos dijo que “no era nada personal”, que “no tenía nada que ver con la discusión del otro día”, pero que ella pensaba que 4 éramos muchos para el apto, entonces que quería que ese cuarto sea alquilado por una sola persona. Chau chau, dos semanas para mudarse…

A las pocas horas le dijo a la francesa que “no era nada personal”, pero que su mejor amiga iba a vivir al apto entonces le iba a dar ese cuarto. Le dijo además que ella en su lugar hubiera hecho lo mismo. Dos semanas y out también!

Al rajarla, le preguntó si quería el cuarto grande (pasar de pagar 200 a 300 por semana no parecía coherente..) y le dio tiempo a contestar hasta el siguiente lunes. Como la francesa no contestó, el martes le dijo que se iba a quedar con la mitad del depósito por ser menos de dos semanas de notificación. Una basura!

Después la francesa contactó al lácteo y finalmente terminó devolviéndole todo,  como correspondía.

Otras incoherencias? Durante la discusión dijo que nosotros deberíamos pasar la aspiradora a diario porque entrábamos con la bicicleta y traía mucha mugre (nuestro cuarto era al lado de la puerta…). A la semana se compró una bicicleta y en lugar de dejarla en su cuarto, la dejó en medio del pasillo… Al día que la compró tanto Santi como yo la tiramos, ambos accidentalmente (en serio) porque ocupaba la mitad del pasillo. Cuando Santi la tiró se corrió el asiento y hasta el mismo día que nos fuimos siguió corrido. Para qué mierda se compró la bici, no? Calientes por tener su bicicleta en el pasillo permanentemente después que se quejara de que ensuciábamos la alfombra por pasar desde la puerta a nuestro cuarto (un metro) con la nuestra, Santi sacó la nuestra al pasillo también.

Se puede ver el asiento doblado jeje. La de atrás es la nuestra


Desde el día que nos echó a todos, en lugar de la “No shoe policy” empezó una “No cleaning policy” jejej. En realidad siempre decíamos que íbamos a hacer eso, pero tampoco fue tan así. Aunque sí dejamos un día sin limpiar las cosas y nos sacó los platos y se los llevó a su cuarto!!

Otra incoherencia era que cuando le daba de comer al gato, ponía los platos arriba de la mesa que usábamos los humanos para comer. Esto en particular no solo era incoherente sino que también demostraba que le importaba tres carajos, porque en la discusión le dijimos que todo bien con el gato, pero que no era higiénico que se meta en el baño y al día siguiente lo dejó entrar de nuevo. Y mismo durante la discusión el gato se subió a la mesa y ella no dijo ni hizo nada. Lo tuve que bajar yo…

Finalmente, por no querer caer tan bajo como ella, antes de irnos igual limpiamos todo y sacamos la basura. Que ella sea una completa imbécil, antisocial y desconsiderada, no quiere decir que nosotros vayamos a ser igual.

Consideramos algunas opciones de venganza como dejarle un pescado atrás del lavarropas para que tenga un rico olorcito por unos días, mandarle 10 pizzas de delivery, tirar al gato por la ventana (sería bueno para el gato zafar de esa loca!), pero al final no le hicimos nada. Sabemos que trabaja de moza en un café en el centro. Mandar a algún amigo a que le haga alguna joda puede ser y todavía estamos a tiempo de hacerlo jeje

Creo que esto ha sido suficiente como para ilustrar que esta mina es una enferma. Créanme que lo hice breve. Podría escribir mucho más, y eso que solo vivimos con ella un mes y poco…

Entonces el 15 de octubre nos mudamos a un nuevo room que tiene cocina propia y el baño es compartido con otros aptos. Por ahora todo bien con todos: vecinos y la dueña del lugar.

Hasta la próxima, saludos!!

Felipe

sábado, 22 de octubre de 2011

Laburo en “el Arca de Noé”

Hola, hoy escribe Santiago.

En mi última entrada sobre trabajo había quedado en que me había llamado Mandy de la agencia. Desde entonces ha pasado mucha agua bajo el puente.

Trabajé dos días por la agencia en un depósito de una empresa. El trabajo era muy fácil: habían unas piezas de plástico que se usan para sostener carteles en las góndolas de los supermercados, que constan de dos partes. Nos trajeron varias cajas llenas de esas piezas, en las cuales una de las partes estaba fallada y había que cambiarla por una nueva, y volver a empaquetarlos en las mismas bolsas y cajas. Aburrido pero fácil. Trabajé con un brasilero que también fue por la agencia, y con un peruano que trabaja en la empresa a la que fuimos desde hace como dos años. Las cajas eran como treinta y pico e hicimos aproximadamente seis por día, por lo que pensé que por lo menos había trabajo hasta completar una semana. Y el segundo día nos dijeron si podíamos ir al día siguiente también, pero cuando dijimos que ya no quedaban más de los plásticos buenos, nos dijeron que no fuéramos y que nos llamarían cuando los tuvieran.Trabajamos 7 horas por día, pero nos pagaron 6:30 porque descuentan el almuerzo. Sumándole a eso que de los 20,77 AUD por hora que supuestamente ganaría, el gobierno me saca 28%, gané 104 AUD por día, que no es mucho. Igualmente estuvo bien para empezar. Al día siguiente no me llamó Mandy, por lo que supuse que ya no necesitaban que arregláramos más piezas.

Un día después me llamó Fernando, un argentino que había conocido el día de mi cumpleaños en una fiesta en la “Manly Mansion” ya que uno de los que vive ahí cumple años el 28 también. Me dijo para trabajar con él en una casa de campo a 25 minutos de acá. Me dijo que era de 7.30 a 15.30, de lunes a viernes y que el sueldo era 130 AUD por día, con el pago los jueves cada dos semanas.

Obviamente, dada mi situación dije que sí, aún después de escuchar lo que me dijo Fernando luego de contarme sobre el trabajo. Resulta que al ser como un campo, hay víboras que pueden ser mortales, arañas que también lo pueden ser y unos mosquitos que no son mortales pero que supuestamente te paralizan si te pican. Él ya estaba trabajando ahí hacía tres semanas con un brasilero, que se fue a trabajar a un restorán (aunque he pensado que capaz murió mordido por una víbora...) y por eso me llamó. Me preocupó un poco lo que me dijo, pero ya había dicho que sí, necesitaba trabajar, y además el hecho de que ninguno hubiera muerto en tres semanas me tranquilizaba jaja.

No se imaginan cuán tranquilizador fue cuando el primer día, Stephan (el dueño de la casa) me dijo que había víboras mortales, arañas pero que no matan a todos, sino que “sólo a algunos, dependiendo del organismo de cada uno” y que los mosquitos paralizantes “sólo matan a los perros”.

El trabajo consiste en cortar arbustos (algunos son grandes como árboles pequeños), poner veneno para que no crezcan de nuevo, y llevarlos hacia un lugar donde un día de estos va a llegar una máquina que los va a triturar. A veces es duro cuando hace calor y tenemos que llevar las ramas de un lugar a lotro. Otros días si sólo cortamos es muy tranqui. Es aburrido, pero al igual que en el laburo en el banco lo que me salva es la compañía. Con Fernando trabajamos ocho horas por día juntos y raramente nos quedamos sin tema de conversación. Desde temas serios hasta jodas por la Copa América, recomendación de series, películas, libros o programas de radio (le conté a Darwin Desbocatti y se cagó de risa!), entre otras cosas. Eso hace que el laburo sea bastante llevadero, aunque no niego que a veces pienso “¿Qué carajo estoy haciendo en Australia jugando con las ramitas, en un lugar en el que hay animales que me pueden matar?”.

Después de unos días no me preocupé más por las víboras. En estas seis semanas he visto cuatro o cinco víboras y Fernando vio más antes. La última que vimos es negra con la panza roja, y se supone que es venenosa pero tranquila, o sea que no te ataca si no la molestás. Lo bueno es que al haber negras se supone que no hay marrones, que no son tan tranquilas. Arañas hemos visto más que nada un par de días que no laburamos en el campo, sino pintando unas paredes de afuera de la casa, y unos postes y parantes de madera que sostienen un techo. No se imaginen tarántulas, son chicas, aunque venenosas igualmente. En uno de esos días, una araña cayó del parante que estaba pintando Fernando directo hacia él. Por suerte estaba yo al lado y la vi que se estaba por meter adentro de su remera y, no me pregunten cómo, pero cual Federer en la final de Roland Garrós, le pegué (no me acuerdo con qué) un boleo, cayó al piso y la pisé, tal vez salvando la vida de mi compañero.

Cuando empecé, se suponía que el trabajo sería por dos o tres semanas, pero a los dueños de la casa les gusta cómo está quedando, y nos dijeron que quieren que saquemos más arbustos, además de ayudarlos a plantar algo después. También vamos a pintar dos cuartos de la casa, por lo que entre todo eso supongo que nos quedaremos dos o tres semanas más. Me da la impresión que si fuera por ellos nos quedaríamos meses, ya que no todos los días encuentran mano de obra tan barata (gano 16,25 AUD la hora, y eso es cerca del mínimo) y dispuesta a trabajar en contacto con las criaturas mencionadas anteriormente. Es más, antes de que fuera Fer, dos grupos de dos personas trabajaron un día cada uno y renunciaron. Ahí fue cuando llamaron a un amigo de ellos, que resultó ser el jefe de Fer en la fábrica donde labura normalmente, quien le pidió que fuera a trabajar ahí, a lo cual no se pudo negar.

Además de víboras, arañas y mosquitos paralizantes, en la casa hay otros animales, los que la convierten en una versión moderna del “Arca de Noé” aunque, al contrario de la misma, en este caso lo que se busca es la no reproducción. Por eso todos los animales que tienen son del mismo sexo. Hay dos alpacas machos (no me pregunten para qué, simplemente las tienen, y no sirven para absolutamente nada), tres gallinas, dos patos (no sé si patas o patos), dos perros galgos (Enzo y Romeo, que rompen las bolas cuando comemos), y también vi un gato pero no sé si es de la casa o no. Un par de veces se escaparon las alpacas del corral y tuvimos que meterlas de nuevo, lo cual no es tan fácil como uno se imaginaría tratándose de un bicho tonto.

Últimamente estuvimos trabajando en la fábrica, ya que hay mucho trabajo y necesitaban más gente. Ahí producen carteles de venta o alquiler de propiedades. Los carteles viejos son reciclados, les sacan el sticker de la propiedad anterior y le colocan uno nuevo. Los días que trabajé ahí me dediqué principalmente a despegar los stickers, pero sobre la experiencia en la fábrica contaré mejor más adelante.

La voy dejando por acá, saludos!

Santiago.

lunes, 3 de octubre de 2011

Manly Warringah Sea Eagles Campeón!!



Hola, hoy escribe Felipe.

Ya lo hemos dicho antes, con Santi vivimos en el suburb llamado Manly (esperemos seguir viviendo acá, porque la mina que alquila el apto nos echó, tenemos que mudarnos dentro de dos semanas.  Ya va a haber un post sobre esto…). En Manly está el equipo Manly Warringah Sea Eagles de la liga de Rugby League.

El Rugby League es distinto al Rugby Union (el del Mundial de NZ). Se juega de a 13 jugadores, los tries valen 4, los penales y conversiones valen 2. Además, cada posesión de pelota de un equipo tiene hasta 5 intentos de avance, interrumpidos por un tacle contrario. Luego del 5to intento, tienen que patear y a pelarla arriba.

La explicación anterior obvio que es un desastre (tampoco entiendo tanto…), pero es para decir que no es el mismo Rugby que se juega en Uruguay y que se juega el Mundial. Acá en Australia el Rugby League es mucho más popular que el Rugby Union.

La semana pasada los Sea Eagles ganaron la semifinal, y desde entonces el suburb se enloqueció. Gente caminando por la calle con las camisetas, autos con banderas, comercios decorados con banderas, carteles, fotos, etc. Además, la municipalidad decoró las calles, palmeras y hasta su propio edificio.

En el Wharf a Manly


Alex, amigo de Barcelona


Comercio en Manly


Comercio en Manly


La Municipalidad


The Corso, peatonal en el centro de Manly


En el Wharf
Y llegó el domingo, día de la gran final contra los Auckland Warriors, de NZ. Esta liga la juegan cuadros tanto de Australia como de NZ. El partido fue en el ANZ Stadium de Sydney ante 82.000 espectadores.

Como ahora somos Manlysiders (a los habitantes de Sydney se le dice Sydneysiders, por lo que nos autodenominamos Manlysiders), fuimos con Santi y la flatmate francesa a un pub a ver el partido.  Como el color de Manly es bordó, me fui con la remera del Colegio Jesús María, “La Bordó”, para estar a tono de la ocasión.

En la pared del pub, publicidad de Heineken. Fanatismo por el rugby a full

El bar estaba lleno. Sería un 80% de Manly y 20% de Kiwis (en Australia está lleno de Kiwis).

Y empezó el partido… 0 a 0 cerrado hasta pasada la mitad del primer tiempo, cuando los Kiwis tuvieron un penal…



“Empezamos” perdiendo, pero después lo dimos vuelta. Y eso que el árbitro (Creo que se llamaba Larriondason) no cobró dos tries bastantes dudosos a favor de Manly.


Dos tries de Manly...




Al final “ganamos”! Todos felices! Siguió la fiesta!! Igual no se crean que se vino terrible locura, simplemente algunas birras. El fanatismo no es el mismo. En comparación con lo que es Sudamérica, hay cosas buenas y malas.

Lo malo es que acá ni a patadas se vive con la misma pasión que en Sudamérica. Los kiwis perdieron la final y siguieron tomando birra a las risas como antes y durante el partido. Los de Manly taban felices, pero nunca se vio algo similar como el nerviosismo que vive el hincha promedio de cualquier cuadro en Uruguay, ni tampoco tienen pasión al gritar los tries ni nada.

Lo bueno es que no hay violencia. Estaban todos mezclados y no pasó nada.

Si me dan a elegir, prefiero la pasión de Sudamérica, controlando la violencia. Acá el deporte es un espectáculo, es como ir al cine. En el entretiempo siempre hay espectáculo de medio tiempo (en la final entró un helicóptero militar a la cancha); comen  y toman durante todo el partido, el juego es totalmente secundario.

Además, siempre hay publicidades en la tele, radio, vía pública sobre partidos para que la gente vaya. Ahí se ve la diferencia; se imaginan una publicidad en canal 10 “Se viene el clásico en el Estadio Centenario, compre sus entradas con Mastercard!”? Imposible, no hace falta, la gente va a ir igual. Acá planean un fin de semana y si no llueve, por ahí van al estadio. Si no van al cine o a comer…

En fin, le trajimos suerte a Manly! Algunas fotos…


Lleno de gente el pub. Nosotros estábamos en una zona donde había más kiwis...


También había Manlysiders


Santi con la frenchie girl, y un kiwi ganso atrás...


La principal razón para festejar en Manly, sea o no campeón de Rugby jeje. (El café Zero, por las dudas, no sea cosa que piensen equivocado jeje)
Salud campeón!

Saludos para todos! Felipe